El Departamento de Cultura trabaja en la declaración de la cultura como un servicio esencial
2 de octubre de 2020
Durante el Consejo de Gobierno de 27 de agosto, el Presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha pedido a la consejera de Cultura, Mariàngela Villalonga, que la cultura sea declarada servicio esencial. La demanda hace efectiva una aspiración que viene de los primeros momentos de la pandemia, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma. Entonces, desde la Generalitat ya se pidió la inclusión de las empresas culturales entre los servicios esenciales para evitar el cese total de la actividad. También, la consejera de Cultura expresaba parecida desde las páginas del diario El Punt/Avui, el día 12 de abril, cuando afirmaba que "estamos muy atentos escuchando la voz del mundo cultural para dar servicio a las nuevas necesidades, con ánimo valiente y con el convencimiento de que debemos rescatar la cultura, no sólo porque nos ha dado vida durante el confinamiento, sino porque la cultura es un servicio esencial".
Desde el Departamento de Cultura se trabaja en la concreción del encargo, es decir, en una descripción de la actividad cultural que pueda acogerse a la declaración de servicio esencial y en el desarrollo normativo imprescindible, que finalmente deberá proponer a la aprobación del Gobierno. Una declaración similar lleva implícito el reconocimiento de unas funciones que son necesarias para la colectividad, porque conectan con sus derechos fundamentales. Sobre las consecuencias de la declaración, a modo de ejemplo, podría suponer el no cese de la actividad en caso de que se volviera a establecer el estado de alarma por un agravamiento de la pandemia, aunque esta actividad seguiría sometida a las restricciones de funcionamiento que establecieran las autoridades sanitarias. Asimismo, tendría repercusión sobre los proveedores y colaboradores, que también evitarían la interrupción total de la actividad, como ocurrió durante la aplicación del estado de alarma por parte del Estado español.
En este sentido, la consejera de Cultura envió, el día 20 de mayo, una carta al ministro de Cultura de España, que no obtuvo ninguna respuesta, en la que pedía que se declarara la cultura un servicio esencial en caso de estado de alarma, como había hecho el Gobierno federal alemán, en marzo de 2020, que consideró el sector cultural como "bien de primera necesidad", ante el obligado cierre de teatros, museos, cines, salas de conciertos, en la situación de emergencia excepcional.
Los espacios de cultura son lugares seguros
Hay que remarcar la aplicación estricta de las medidas sanitarias que se hace en las actividades culturales, y que se contienen los planes de reanudación del sector cultural que elaboró el Departamento de Cultura y que fueron aprobados, también, por el PROCICAT. Entre otras medidas que se aplican, destaca la capacidad de las iniciativas para establecer la trazabilidad de los contactos, entre los asistentes a las actividades culturales, el uso obligatorio de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia física interpersonal de seguridad, así como la limpieza, desinfección y ventilación de los espacios donde se llevan a cabo los eventos culturales. También, la disposición para flexibilizar las condiciones de capacidad máxima de los establecimientos, si las autoridades sanitarias requieren condiciones más restrictivas.
El Departamento de Cultura ha acompañado en todo momento el sector cultural en este proceso, que ha contado con la complicidad de los departamentos de Salud e Interior, en la que se ha puesto en valor el concepto holístico de la salud, que no sólo debe contemplar la salud física de las personas, sino también la salud psíquica. En un momento en que hay ámbitos del país que deben reducir la movilidad y el contacto social con el fin de contener el avance de la pandemia, se valora muy positivamente que la cultura ofrezca entornos de aprendizaje y de conocimiento que también lo son de salud y, sobre todo, entornos seguros.